Taller de padres N° 3.
Tema: Lenguajes de amor
Objetivo:
Reconocer
el hogar como el lugar donde comienza el amor filial y favorecer actitudes
comunicadoras de afecto al interior del seno de la familia.
Dinámica
(sugerida): «Juguemos a conocernos»
Se coloca una
escarapela-número a cada participante y hace entrega de una hoja con las
siguientes preguntas, las cuales deberá responder buscando a otro participante
y escribiendo el número de dicho participante. Ningún número debe ser repetido.
1. ¿Por qué está feliz
el número___?
2. El numero____ se
siente amado cuándo:_______________________
3. ¿Cuántos hijos tiene
el número____?
4. ¿Cuál es la
expectativa con respecto al taller del número____?
5. Pregunte al número
____ su nombre.
6. Consiga la firma del
número ____
7. Pregúntele al número
____ ¿Qué profesión tiene o a que se dedica?
Una vez
estén todos los datos, se hace una pequeña evaluación del ejercicio:
¿Cómo se
sintieron?
¿Para qué les sirvió?
¿Qué aprendieron?
Lectio
Divina: Eclesiastés 3, 1 – 8
El
momento oportuno
3:1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
3:2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir,
un tiempo para plantar y un tiempo para arrancarlo plantado;
3:3 un tiempo para matar y un tiempo para curar,
un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
3:4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír,
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
3:5 un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,
un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
3:6 un tiempo para buscar y un tiempo para perder,
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
3:7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,
un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
3:8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar,
un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
3:1 Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol:
3:2 un tiempo para nacer y un tiempo para morir,
un tiempo para plantar y un tiempo para arrancarlo plantado;
3:3 un tiempo para matar y un tiempo para curar,
un tiempo para demoler y un tiempo para edificar;
3:4 un tiempo para llorar y un tiempo para reír,
un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar;
3:5 un tiempo para arrojar piedras y un tiempo para recogerlas,
un tiempo para abrazarse y un tiempo para separarse;
3:6 un tiempo para buscar y un tiempo para perder,
un tiempo para guardar y un tiempo para tirar;
3:7 un tiempo para rasgar y un tiempo para coser,
un tiempo para callar y un tiempo para hablar;
3:8 un tiempo para amar y un tiempo para odiar,
un tiempo de guerra y un tiempo de paz.
¿Qué dice el texto?
¿Qué me dice el
texto?
¿A que me invita el
texto?
Se reflexionará sobre la lectura, con la
misma dinámica de la catequesis infantil, ubicando a los participantes en el
tiempo de ser padres. Se dialogará sobre cinco ejes fundamentales de la
dinámica familiar.
Ø
Palabras
de afirmación.
Ø
Tiempo
de calidad.
Ø
Recibir
regalos.
Ø
Actos
de servicio.
Ø
Contacto
físico.
(Estos son los ejes propuestos, los cuales pueden ser
consultados y ampliados a necesidad)
Eje 1. Palabras
de afirmación: una
manera de expresar amor es utilizar palabras que edifiquen. Salomón, el autor
de la literatura de la antigua sabiduría Hebrea, escribió: “La muerte y la vida
están en poder de la lengua”. Muchas familias desconocen el gran poder de las
palabras para confirmarse como seres que se aman unos a otros. Salomón dijo
algo más: “La congoja en el corazón del hombre lo abate; más la buena palabra
lo alegra”.
Los cumplidos verbales o las palabras de
aprecio son poderosos comunicadores de amor. Se expresan mejor en afirmaciones
directas y simples tales como:
“Te ves muy bien con ese vestido” “Gracias por ayudar en casa hoy” “Como luce de bien tu cuarto”
“Que bien, mejoraste tus
calificaciones este periodo” Te quedó deliciosa
la comida, aprecio mucho todo lo que haces en casa” “Estoy agradecida porque sacaste la basura”
¿Qué pasaría con el ambiente emocional de un
hogar si se oyeran palabras de afirmación regularmente?
El propósito del amor en el hogar, no es
lograr lo que uno de los miembros desea, sino hacer cosas por el bienestar de
quienes se ama. Sin embargo, es un hecho, que cuando se reciben palabras
estimulantes nos sentimos mucho más gustosamente motivados para retribuir.
Los cumplidos verbales son mucho más
motivadores que las palabras de regaño.
Palabras
de ánimo.
Presentar cumplidos verbales es solamente una manera de expresar palabras de
afirmación para con nuestra familia. Otra forma es con las palabras de ánimo. La expresión dar ánimo significa “inspirar valor”.
Todos nosotros tenemos aspectos en los que nos sentimos inseguros. Nos falta
valor y a veces esa falta de valor nos impide hacer las cosas positivas que nos
gustaría hacer.
El animar requiere simpatizar y ver el mundo
desde la perspectiva del otro. Debemos saber primero qué es lo más importante
para el otro, sólo entonces podemos dar ánimo. Con esas palabras, tratamos de
decir, “Lo sé. Me preocupo. Estoy contigo. ¿Cómo puedo ayudarte?”. Estamos
tratando de de demostrar que creemos en él y en sus capacidades. Le estamos
dando crédito y estímulo.
Las palabras animadoras pueden ser difíciles
de expresar. Puede costarnos, pero de seguro vale la pena el esfuerzo.
Palabras
amables.
El amor es bondad. Por lo tanto si vamos a comunicar amor verbalmente, hemos de
usar palabras bondadosas. Eso tiene que ver con la manera en que hablamos. Una
misma frase puede tener dos significados totalmente diferentes, dependiendo de
cómo la digamos. La expresión “Te quiero” dicha con bondad y ternura puede ser
una genuina expresión de amor. Pero qué pasa con la frase ¿Te quiero? Los
signos cambian el sentido de estas palabras.
A veces nuestras palabras dicen una cosa, pero el tono de nuestra voz
dice otra. Enviamos mensajes confusos y por lo general la forma como lo
decimos, el tono que usamos es lo que más rápido interpretan nuestros
hijos/esposas/esposos.
La frase “Me encantaría lavar los platos esta
noche” dicha en un tono burlón no será recibida como una expresión de amor. Por
otro lado, podemos expresar dolor, tristeza y aun ira de una manera amable, y
será una expresión de amor. Cuando nuestras palabras son amables, estamos
manifestando nuestros sentimientos a quienes amamos.
La manera en la que hablamos es absolutamente
importante. Un antiguo sabio dijo una vez: “La suave respuesta quita la ira”.
Cuando en casa alguien está enojado, responder de la misma forma no mejorará
las cosas. Las palabras suaves quizás sí. Como adultos y como padres, es el
amor maduro, racional el que debemos aspirar para llevar una vida familiar
armoniosa.
El amor no guarda puntaje de errores. El amor
no revive los fracasos pasados. Ninguno de nosotros es perfecto; como padres no
hacemos siempre lo mejor. A veces decimos y hacemos cosas hirientes. No podemos
borrar el pasado; solamente podemos confesarlo y aceptar que estuvo mal.
Podemos pedir perdón y tratar de actuar de manera diferente en el futuro.
Después de confesar mi error y pedir perdón, no puedo más que mitigar el dolor
que he causado. Cuando he sido ofendido y me han pedido perdón, tengo la opción
de la condena o el perdón. Si escojo la condena y trato de pagar con la misma
moneda o hacer que paguen por su error, me estoy haciendo juez y a los demás
malvados. La convivencia se vuelve imposible. Sin embargo si escojo perdonar,
la armonía regresa. El perdón es la forma del amor. Es sorprendente cuantas
personas mezclan el hoy con el ayer. Insisten en traer al presente fracasos del
pasado y al hacerlo arruinan días potencialmente maravillosos. Lo mejor que
podemos hacer con los fracasos del pasado es dejar que sean historia. Sí,
sucedió, y dolió. Y puede que duela todavía, pero quien se ha equivocado ha
reconocido su error, ha pedido perdón. No podemos borrar el pasado, pero si
podemos aceptarlo como historia. Podemos decidir vivir ahora libres de los
errores del ayer. El perdón es la decisión de mostrar misericordia, no de
utilizar la ofensa contra el ofensor. Perdonar es una expresión de amor y el
supera grandes barreras.
Eje 2 Tiempo de calidad. Hablar de tiempo de
calidad es hablar de atención completa. No es sentarse a ver televisión juntos.
Cuando el tiempo es empleado así, la atención se concentra en el noticiero, en
el programa, no en los otros. Dar un paseo, conversar, hacer actividades fuera
de casa. Y un aspecto central de este tiempo de calidad es la unión. No vista
como proximidad, porque se puede estar en la misma casa, pero no estar juntos.
La unión tiene que ver con la atención completa al otro. Cuando un padre se
sienta a jugar con su hijo, están juntos. Pero si el padre está hablando por
celular mientras juega, o esta chateando, no están juntos. Se puede estar en la
misma casa, al mismo tiempo, pero cada uno atendiendo su celular, iphone,
computadora. Un esposo que dialoga con su esposa mientras mira los deportes, no
está dando tiempo de calidad.
Tiempo de calidad no significa que debamos
estar mirándonos a los ojos largo tiempo, significa que estemos haciendo algo
juntos y que en ello estamos prestando toda nuestra atención. La actividad que
realizamos es incidental, lo importante es el tiempo dedicado a esos seres que
amamos. La actividad es el vehículo que crea la unión y dentro de la unión los
sentimientos que se generan.
Emplear el tiempo juntos en un propósito
común significa que nos preocupamos el uno por el otro, que disfrutamos estando
el uno con el otro, que nos gusta hacer cosas juntos. A ello llamaremos
actividades de calidad, que pueden incluir cosas como: asistir juntos a Misa,
salir a comer fuera de casa, preparar juntos una cena o almuerzo, etc., caminar
juntos, comprar el mercado. ¿Y en donde encontraremos tiempo para estas
actividades? Lo haremos, sacaremos el tiempo porque es esencial para la familia
darse estos espacios. Quizás sacrifiquemos espacios individuales, pero el amor
se nutre de detalles y hay que alimentarlo.
Conversación
de calidad.
Es el dialogo comprensivo, donde los individuos comunican sus experiencias,
pensamientos, sentimientos y deseos en un contexto amistoso ininterrumpido. La
conversación de calidad se concentra en lo que se oye, en escuchar
comprensivamente lo que se está diciendo.
Para ello debo procurar:
·
Mantener
contacto visual al hablar, para evitar las distracciones.
·
Limitarse
a escuchar, dejando de lado el periódico, el teléfono la televisión. Si en ese
momento no es posible, explicarlo con palabras suaves y diciendo: “dame 10
minutos y termino esto o aquello y tendrás toda mi atención”.
·
Escuchar los sentimientos, preguntándose cuáles son
las emociones que quiere expresar su hijo/hija/esposo/esposa. No responda a la
ligera, pues manifestará su falta de atención.
·
Observar
el lenguaje corporal. Puños apretados, manos temblorosas, lagrimas, ceño
fruncido, pueden ser indicios de cómo se está sintiendo el otro.
·
No
interrumpa, el objetivo es entender y comprender.
Eje 3 Recibir regalos. Dar regalos es una
parte muy importante del proceso de amor-familia. El regalo mismo es el símbolo
de del pensamiento de amor que tenemos hacia la otra persona. No importa si es
costoso o solo un detalle, lo que cuenta es el pensamiento expresado al buscar
y conseguir el regalo, y al entregarlo como expresión de amor.
Las madres recuerdan cuando sus hijos les
traían flores del jardín como regalo. Se sentían amadas aun si era esa flor que
no quería que nadie cortara. Los regalos son símbolos visuales del amor, en
diversas celebraciones sociales se usa; por ello su alto valor emocional. Aunque
estos símbolos visuales de amor son más importantes para unas personas que
otras, fortalecen la unión y permiten acercamientos afectivos, aun sin ser una
ocasión especial.
Los regalos pueden ser comprados, encontrados
o hechos. El esposo o hijo que se detiene en el camino y arranca una flor
silvestre para dársela a su esposa, madre, ha encontrado una expresión de amor
para con este pequeño detalle llenar de alegría a un ser amado. Se puede escribir
una nota, hacer una tarjeta, imprimir una esquela, comprar una postal,
personalizar un cuadro, etc. Los regalos no necesitan ser caros.
Hay un regalo intangible que a veces habla
más alto que el regalo que se puede tener en la mano: “El regalo de uno mismo”
o el regalo de la presencia. Es estar allí cuando más se necesita. Sin que
tengan que decirlo, sin que haya que pedirlo, estar ahí.
Eje 4. Actos de servicio. Jesucristo dio una
profunda ilustración de la expresión de amor por medio de un acto de servicio
cuando lavó los pies de sus discípulos. En una cultura donde la gente usaba
sandalias y caminaba por calles polvorientas, era costumbre que el siervo de la
familia lavara los pies de los invitados cuando estos llegaban. Jesús, que había
enseñado a sus discípulos los unos a los otros, les dio ejemplo de cómo
expresar ese amor, al tomar una palangana y una toalla, y procedió a lavar los
pies.
Las acciones como cocinar, servir la mesa,
recoger los platos, ayudar en la limpieza, sacar la basura, pintar el cuarto,
reparar una gotera, recoger desorden, podar el jardín, pasear al perro, etc.
Todos son actos de servicio. Algunos requieren planificación otros no.
Otros solo tiempo, esfuerzo y energía,
si se hacen con espíritu positivo, son verdaderas expresiones de amor.
Los estereotipos modernos de familia,
involucran a todos en las tareas del hogar, en la medida del compromiso y la
responsabilidad frente a ellos, se verá reflejada la armonía. Por ello, desde
pequeños se educa a los hijos frente a dichos compromisos. A pequeños hijos,
pequeñas tareas, es necesario involucrarlos: tender la cama, recoger zapatos,
levantar juguetes, etc. Al crecer y formar sus hogares, serán quizás esposos y
esposas comprometidos con los actos de servicio.
Eje 5. Toque físico. Hemos sabido desde siempre que el contacto
físico es una manera de comunicar amor. Numerosos estudios han llegado a dicha
conclusión. Niños que crecen en un hogar donde son abrazados y besados por sus
padres, desarrollan una vida emocional más saludable que los que son dejados
solos por largo tiempo, sin contacto físico. Jesús, reconocido como el gran
maestro, recibía los niños y los tocaba,
los bendecía. Los apostales reprendieron a los padres por traérselos, pero
Jesús les dijo: “Dejad a los niños venir a mí, y no se los impidáis; porque de ellos es el reino de Dios. De
cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará
en él. Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los
bendecía”. Los padres sabios, en cualquier cultura son los padres que
manifiestan a sus hijos el amor, con contacto físico.
Dentro de la pareja, también es muy
importante este contacto. Tomarse de las manos, besarse, darse un masaje, comunica el amor marital.
Conclusiones.
Se promoverá la participación de los padres,
con respecto a la temática en desarrollo; haciendo énfasis en la importancia
del equilibrio emocional dentro de la dinámica familiar.
Amar es una decisión y como personas adultas,
somos criaturas de decisiones, a veces buenas otras no tanto. Esto nos lleva a
un aprendizaje que nos permitirá mejorar como personas, como padres.
Decir lo siento, pedir perdón, hablar con
amor, dejar rencores atrás, calmarnos, todo ello permitirá un equilibrio.
Es
importante escuchar todas las conclusiones a las que llegan los padres.
Canto: No basta (Franco De Vita)
(El catequista buscará la forma de dinamizar
la escucha del canto sugerido o se apropiará de otro que le parezca indicado)
Actividad
·
Se
hará entrega de hojas de trabajo, donde cada participante resaltará lo apartes
más importantes de la actividad y que considere le será útil para fortalecer la
dinámica de la familia, la armonía y la convivencia.
·
Dedicaremos
un momento a realizar una oración personal donde rogamos al Señor que todo lo
hecho en la actividad pueda ser reflejado en nuestras familias. Este será nuestro compromiso.
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